La Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), el organismo oficial que hace un seguimiento de las campañas agrícolas en Brasil, no se animó a proyectar aún el impacto del desastre climático y humanitario ocurrido en el estado de Rio Grande do Sul.

Este martes, en el informe mensual de evolución de cultivos, Conab redujo la estimación de área de siembra de trigo a nivel nacional a 3,086 millones de hectáreas versus 3,309 millones previstas un mes atrás (antes de la inundación catastrófica).

El dato es que, a pesar del desastre, Conab decidió mantener la proyección de área de siembra de Rio Grande do Sul en 1,501 millones de toneladas para producir 4,18 millones de toneladas sobre un total nacional proyectado de 9,08 millones.

“En Rio Grande do Sul, dadas las elevadas precipitaciones que vienen ocurriendo en el estado, la siembra del cultivo de trigo debería comenzar con cierto retraso en las regiones más cálidas del estado (Alto Uruguai y región de Missões), que también son responsables para la mayor siembra del cultivo”, apuntó Conab.

“Aún no es posible tener precisión sobre las pérdidas del sector en el estado de Rio Grande do Sul. Los niveles de agua son altos y el acceso a las propiedades es difícil, lo que imposibilita realizar una evaluación más detallada. Y vale resaltar que en este primer momento la preocupación es por la vida y por la garantía de suministro, asegurando que las personas afectadas por las lluvias tengan derecho a lo básico, como la alimentación”, añadió.

La realidad es que muy difícil poder esperar una cosecha normal de trigo a causa de los eventos extraordinarios ocurridos en el principal estado productor de de trigo de Brasil.

Gran parte de ese riesgo se sigue reflejando en los valores del cereal en el mercado brasileño, que este martes siguieron aumentando en línea con la preocupación sobre la suerte de la próxima cosecha brasileña de trigo.

En lo que respecta a maíz, Conab aumentó la proyección de la cosecha nacional brasileña a 111,6 millones de toneladas versus 110,9 millones previstas un mes atrás, aunque mantuvo la estimación de la oferta exportable en 31 millones de toneladas.

En cuanto a la soja, la nueva proyección de cosecha brasileña es de 45,7 millones de toneladas versus 45,2 millones estimadas un mes atrás, aunque Conab advierte que el número final podría ser menor cuando se terminan de contabilizar las pérdidas ocurridas en Rio Grande do Sul, donde aún falta recolectar el 25% de la cosecha de la oleaginosa.